CAZA MAYOR. TÉCNICA DE ACECHO DEL JABALÍ.
DESCRIPCIÓN DE LA TÉCNICA DE ACECHO, DE LOS DIFERENTES CEBOSEMPLEADOS, Y DE LA COSNTRUCCIÓN Y EMPLAZAMIENTO DE LOS APOSTADEROS.
Texto: Daniel Stilmann. Fotografías: Doctari, Carlos Coto y Daniel Stilmann.
Anatomía básica del jabalí.
ACECHANDO AL JABALÍ.
De las tres modalidades de caza del jabalí que se practican en nuestropaís, cada una de ellas posee particularidades y un marcado estilopropio que las hace únicas. El acecho requiere de paciencia,resistencia a las inclemencias climáticas y, por sobre todas las cosas,no es para personalidades ansiosas.
Por otro lado, la caza con perros y cuchillo en mano, exige coraje,habilidad en el manejo del cuchillo, y un buen estado físico, además detener sólidas nociones sobre equitación, mientras que el recechodemanda astucia, conocimiento y persistencia. A pesar de susdiferencias las tres poseen algo en común; son apasionantes.
CEBADEROS Y CHARCAS.
El acecho consiste en algo más que apostarse en el primer lugar denuestro agrado, esperando que la suerte nos regale un padrillo deaquellos. Exige mucho más que eso, ya que es preciso saber como, cuandoy dónde.
Cebadero con maíz montado sobre una pequeña charca. Nótese la carpa montada sobre el árbol del fondo.
No cualquier lugar es bueno para armar un apostadero. Hacerlo,por simple que parezca, tiene sus secretos. No menos importante es elposeer una noción cabal de cuando apostarse. Además de esto, el jabalíes capaz de desplegar una cantidad de trucos y mañas que uno debeconocer para poder anticipar sus movimientos.
Comencemos analizando el comportamiento de nuestro invitado de honor,el jabalí, motivo de más de una noche de frío y ansiedad en esastierras de La Pampa. Basados en su comportamiento, intentaremos diseñaruna estrategia de caza coherente.
VIRTUDES DE CHANCHOS.
Sus scrofa, como se le conoce científicamente, es un animal lleno de virtudes.
Chancho jabalí cazado a caballo y con lanzas, algo no muy frecuente en nuestro país.
Entre lsus virtudes más notorias tenemos las siguientes;taimado, rencoroso, paciente, audaz, ágil, tozudo, inteligente,valiente y desconfiado, pero por sobre todas las cosas, con un olfato yoído como para hacer palidecer los nuestros. De lo único que carece esde una buena visión de águila, pero se supone que tan mala como sesuele decir no es.
Su hábitat preferido es el de los montes bajos, de hojas caducas,achaparrados y sucios por debajo. En este lugar el jabalí es rey.
Allí encuentra protección durante el día, al igual que comida.Si dentro del monte existe una fuente de agua, es probable que elanimal nunca abandone el lugar. Si lo hace será de noche, y sólo pormotivos valederos para él como comer, beber, asearse en un revolcaderoó por la presencia de una hembra en celo. Estos dos datos deben de sertenidos en cuenta, ya que forman los pilares de la estrategia de lacaza de acecho. No hay otros.
Su diseño anatómico le da la apariencia de un cilindro cono robusto,con un poderoso tren delantero, rematado por una aguda jeta y fuertes ycortas patas. Todo el conjunto se halla recubierto de una piel gruesa yresistente.
Si bien este amorfo prototipo de la naturaleza nunca ganarápremio alguno en concursos de belleza, su extravagante diseño es muyconveniente para lograr un desplazamiento rápido dentro de lugaressucios. Cuando es necesario cubrir terreno rápidamente, el jabalísimplemente apunta hacia delante y perfora el monte, dejando atrás,cansado y malherido, a cualquier perseguidor.
Ventaja que emplea sabiamente buscando las zonas más impenetrables pararesidir. Por ello, y porque rara vez se deja ver durante el día,intentar atraparlo al rececho, o de a pié y sin perros en estoslugares, tiene un destino incierto, por no decir que es una pérdida detiempo.
El jabalí tiende a desplazarse siempre bajo cobertura y con lassombras. Su estrategia consiste en moverse despacio, viento en contra,con su olfato y su oído funcionando en el máximo grado de alerta. Estole da la oportunidad de escuchar o ventear a un predador en movimiento.
OTRAS MAÑAS DE LOS JABALÍS.
La aguada, lugar natural para montar la espera para muchos animales.
Cuando al cebadero entra un grupo de animales compuestos por madres ycrías, es casi seguro que el padrillo no se hallará entre ellos. Estosanimales demoran su aparición rondando el lugar hasta estar seguros deque no hay peligro, por lo que no se debe apresurar el tiro.
Suelen aparecer hasta horas después de que los demás animalesterminaron de comer. La decisión de disparar o esperar es difícil, yaque no hay garantías de ninguna clase y si uno se equivoca no hayreclamos. Los elementos que pueden ayudar a decidir son pocos. El hechode haber encontrado huellas frescas de un animal grande antes deapostarse, es quizá el único. El resto es una cuestión de azar y ladecisión es personal.
Un animal que entra sólo y tarde a un cebadero ó una aguada, tampoco esgarantía de que represente al señor de la zona. En caso de no serlo,dos son las alternativas más frecuentes. Que el primer animal enentrar, a pesar de ser un macho adulto, sea el "escudero" del padrillo,que tardará en aparecer. La otra alternativa es que sea una "chanchaseca", sin crías al pié. Una vez más, de noche y con pocas chances deidentificar al animal por su sexo, la decisión de disparar o no setorna en una ruleta.
Una técnica refinada, e irresistible para el jabalí, consiste en ataruna cerda doméstica en celo y utilizarla como cebo. Estoindudablemente, requiere de ciertas comodidades, como disponer delanimal en ese estado sexual, un medio de transporte adecuado para elmismo, y contar con su cooperación. Pero para aquel que logra reunirestos requisitos, las chances de salir victorioso tras una espera semultiplican.
Los animales muertos son otra atracción para el jabalí, en éste caso detipo gastronómica. Una vez que el cadáver ha entrado en descomposiciónfranca, para lo cual suelen transcurrir al menos un par de días, losjabalís comenzaran a visitarlo hasta acabar con el mismo. En éste casohay que ser doblemente cuidadoso dónde se monta la espera con respectoal viento.
El viento es el último elemento que consideraremos con respecto al armado de apostaderos en éste artículo.
La regla con respecto al mismo es sencilla. Los jabalís intentaránrodear cualquier lugar abierto antes de aventurarse en el mismo, por loque lo del viento es relativo, en particular sí el apostadero estáarmado a nivel de tierra.
Sin embargo el consejo es apostarse a esperar siempre en unaposición en la cual el viento corra transversal a nosotros o nos de enel rostro, y dentro de lo posible lo más alto que nos sea factible conrespecto al cebo.
Un viejo truco para engañar el olfato de los macarenos consisteen colocar cerca del cebadero o aguada una prenda personal y dejarlapor varios días, de manera que los animales se acostumbren al olor dela misma y no desconfíen sí eventualmente nos olfatean la noche en queestamos apostados. El truco es bueno, para hay que disponer del tiempopara montarlo, lo cual no es siempre lo que nos sobra.
Tan importante como no ser olfateado es no ser escuchado, por lo que elsilencio, y la inmovilidad forman parte de lo que se debe de hacer sinnecesidad de ser mencionado.
Bien, estas son las bases de las esperas. El resto como suele decirse, es suerte. Espero que la tenga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario